Ha llegado el verano. Lo habrás notado por las temperaturas. El verano es un momento bueno para hacer entrenamiento con patines, aunque la propuesta debe ser diferente al resto del año. Un deporte que nos apasiona no cuesta practicarlo. Practicar el entrenamiento con patines es algo que no le da pereza a una persona amante del patinaje. Pero es bueno que en verano nos tomemos las cosas de otra forma. Con menos exigencia. La desconexión mental es muy positiva. Y puedes desconectar mentalmente sin dejar de entrenar y practicar tu deporte favorito.

Entrenamiento con patines para aprovechar el verano.

Para un deportista, no hay nada tan gratificante como practicar su deporte favorito al aire libre y disfrutar del verano. Eso sí, ¡sin descuidar la técnica! Tu entrenamiento con patines estival debe ser adaptado, pero igualmente disciplinado. Aquí van tres ejercicios clave que puedes hacer en tu pista favorita:

• Giros controlados: aprovecha zonas con buena sombra para trabajar equilibrio y trazos en círculo. Mejora tus giros en reversa y añade elegancia a tu coreo.
• Pasos básicos con ritmo: pon tu playlist veraniega favorita (ideal para activar la vibra) y practica cruzados, arrastre, tres pasos… Sintiendo la música y puliendo la postura.
• Saltos ligeros: adopta una rutina de saltos simples (como el Stutz o el Toe-Hop) sin exigirte demasiado, adaptándolos al calor y a la superficie.

Consejo importante: hidrátate cada 15 minutos y haz pausas bajo la sombra. Tu cuerpo te lo agradecerá y tu rendimiento mejorará. Y evita estar al sol durante las horas centrales del día y los días de más calor.

Práctica de patinaje con estilo veraniego.

En verano agradecemos lo fresco y divertido, y eso también aplica al entrenamiento con patines, aunque lo llamemos aquí “práctica de patinaje” para variar el término. Haz algo diferente y atrévete con cosas que no puedes llevar durante el resto del año:

• Faldas y shorts con Lycra en tonos pastel, combinados con camisetas frescas y con corte deportivo.
• Calcetines llamativos, estampados con rayas o lunares, para darle chispa a tus movimientos.
• Muñequeras y rodilleras en colores vibrantes, que combinen con tu equipo y aporten estilo sin perder seguridad.

Este tipo de “práctica sobre ruedas” refuerza el vínculo entre confianza, moda y rendimiento. Profesionalismo + estilo: el combo perfecto para sentirte bien y patinar con actitud. Todo esto ayuda a desconectar de “lo serio” mientras sigues practicando y no pierdes la forma.

Preparación sobre ruedas en comunidad.

No hay nada como sumar energía en grupo. Esta “preparación sobre ruedas” en verano puede convertirse en una experiencia inolvidable:

• Escoge una playlist veraniega y cada semana aprende un nuevo paso o combinación, compartiéndolo en redes.
• Prepara una rutina sencilla (8 o 16 compases) y queda en la pista con amigos de tu ciudad. Foto y video, imprescindibles.
• Reto de equilibrio: Descubre quién aguanta más tiempo patinando solo sobre el pie delantero.

Compartir tu “rutina de patinaje artístico” con otros eleva tu motivación y permite corregir errores desde otra perspectiva. Es una herramienta potente para el crecimiento.

Entrenamiento con patines estival y recuperación.

Después de una sesión vibrante de entrenamiento con patines, tu cuerpo necesita mimo. Aquí van recomendaciones esenciales:

• Estiramientos suaves: 5 minutos centrados en gemelos, cuádriceps y flexores.
• Hidratación post-patín: agua con un toque de vitamina C (limón o naranja) para reponer electrolitos.
• Cuidados del equipo: limpia las ruedas tras cada sesión y, si patinas cerca de la playa, enjuágalas con agua dulce para eliminar la sal.

Y por supuesto, inspírate:

• Videos breves: busca en redes a patinadoras que lleven trajes veraniegos y construyan rutinas con movimientos alegres. Contágiate de su energía.
• Música fresca: selecciona canciones con ritmo medio (110-130 BPM), que favorezcan tus giros y combinaciones.

En resumen, el entrenamiento con patines en verano puede ser tu mejor aliado para crecer técnicamente, destacar en redes y, sobre todo, disfrutar. Esto último es lo más importante.